La literatura tradicional afirma que esta actividad mejora las rentas en tres sectores:
– En el país receptor de este tipo de turismo por las divisas que llegan con los turistas
– De la población local por su participación en los negocios turísticos
– Del espacio natural a través del dinero que se paga por el acceso
Pero, como se denuncia en otra literatura alternativa, no siempre es oro lo que reluce y en algunas zonas ha producido lo siguiente:
– Conflictos con el uso tradicional de animales y tierra en las poblaciones cercanas a las áreas naturales.
– Construcciones turísticas muy cercanas al área poco respetuosa con el entorno.
– Cambios de propietarios de tierra a favor de extranjeros y especulación sobre su precio.
– A veces para hacer la fauna visible se pone alimento en lugares determinados pudiendo variar así las costumbres de ciertos animales en especial, cuando se suspende la práctica.
– Senderos de visita pobremente diseñados y poco control de guías inescrupulosos.
– Falta de estudio sobre la “capacidad de carga” (número máximo de visitantes para no afectar el entorno) del área visitada.
– Está dirigido a un segmento de alto poder económico sin facilitar su acceso a turismo nacional y lo que es más grave sin facilitar el acceso a la población escolar.
Podemos concluir que estas consecuencias no parecen ser derivadas del propio concepto de turismo, sino más bien de las deficiencias en su gestión, planificación y reglamentación que lo regula.